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Hay un lugar en Copenhague, exactamente en el número 19 de Admiralgade, donde ciudadanos y viajeros pueden por fin encontrar la respuesta a la pregunta más popular de todos los tiempos: ¿qué es la felicidad?
Su nombre es Museo de la felicidad y no nos sorprende que un lugar así naciera justo en el centro neurálgico de Copenhague, ciudad conocida ya por estar entre los destinos más felices del mundo.
¿Por qué En Dinamarca la felicidad es algo serio. y lo aprendimos del hygge, esa filosofía de vida que contiene, en un solo término, un mundo de matices, todos encaminados a la búsqueda de la felicidad.
fuente: Museo de la felicidad
Una palabra que adquiere diferentes connotaciones, pero siempre orientada al bienestar de las personas, y que hoy pertenece al mundo entero. No es casualidad que Dinamarca pretenda incluir el término hygge en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El país parece haber encontrado lo que es el antídoto contra la ansiedad y el estrés que distinguen nuestros días, una fórmula mágica de felicidad que ahora también nosotros podemos descubrir en el interior del Museo de la Felicidad ubicado en el centro histórico de Copenhague.
El proyecto es propietario de la empresa Meik Wiking, Director de Instituto de Investigación de la Felicidad, un think tank que durante mucho tiempo se ha encargado de monitorear el nivel de bienestar y calidad de vida de las personas, no solo en el país, sino en todo el mundo. Un museo que invita al visitante a explorar la felicidad desde diferentes perspectivas.
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El objetivo del proyecto es permitir a las personas emprender un pequeño viaje hacia la felicidad, emergiendo más conscientes y motivadas para transformar sus vidas y el mundo entero.
El museo de la felicidad está ubicado dentro de un edificio construido a finales del siglo XVIII. alberga ocho habitaciones que invitan al visitante a explorar la felicidad. Gracias a la tecnología, la experiencia se vuelve multimedia y la interacción entre el lugar y la persona está en el centro de todo.
En el camino, las personas se encuentran lidiando con sus propios sentimientos: ¿qué es lo que realmente nos hace felices? ¿Trabajo, salud o ingresos? Sólo queda descubrirlo entre los muros del Museo de la Felicidad, destinado a convertirse en el hogar del hygge.
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