Hay un lugar en el mundo que parece un pedacito de paraíso caído a la tierra. Islas –comúnmente llamadas todas con un solo nombre aunque cada una tiene el suyo– que son un auténtico sueño salvaje y se han mantenido prácticamente intactas. El lugar en cuestión se llama Andros, considerado por muchos como un maravilloso rincón de Grecia en las Bahamas.
¿Qué tienen que ver las Bahamas con Grecia?
Es acertado hacer esta pregunta, también porque la pura belleza de las Bahamas ciertamente no tiene nada que envidiar a la igualmente excepcional Grecia. Sin embargo, de alguna manera, sus historias están entrelazadas. En Grecia, de hecho, existe una isla con exactamente el mismo nombre que este paraíso de las Bahamas y, por ello, según algunas teorías el nombre Andros deriva precisamente de pescadores de esponjas procedente de Grecia, que se instaló aquí hace muchos años durante un largo período.
Sin embargo, esta no es la única hipótesis. Muchos afirman que el nombre Andros es en honor a Señor Edmund Andros, comandante de las fuerzas de Su Majestad en Barbados en 1672 y más tarde gobernador de Nueva York, que se destacó por su papel en el colapso del dominio de Nueva Inglaterra.
Sin embargo, según otras hipótesis, la isla pudo haber tomado su nombre de los habitantes de la isla de Sant'Andrea (también llamada Sant'Andrea o San Andrés) frente a la costa de Honduras porque, según los informes, 1.400 inmigrantes se asentaron en Andros. en 1787.
No hay información clara, por tanto, de por qué se llama así a este rincón de las Bahamas, pero lo que sí es cierto es que aquí mismo, entre 1841 y 1938, se establecieron personas procedentes de Grecia para practicar la pesca de esponjas, para luego emigrar en los años 30 cuando las esponjas fueron aniquiladas por una infestación. Seguramente, por tanto, Andros también conserva algunos pequeños detalles de la cultura griega.
Que esperar
Andros no es un archipiélago cualquiera: es el más grande en las Bahamas, y de hecho se compone de un total de tres islas, a saber, North Andros, Mangrove Cay y South Andros, y muchos pequeños islotes deshabitados. Como podrás imaginar, es una franja de tierra con playas de ensueño, un mar que parece brillar por su claridad, y también un pedazo de mundo con uno de los arrecifes de coral más largos que existen.
Pero la cosa no acaba ahí, porque este lugar de cuento es también cuna de una exuberante vegetación y es el hábitat perfecto para muchas especies ornitológicas.
Un lugar que se ha mantenido prácticamente intacto y ofrece innumerables aventuras para los amantes de la vida al aire libre.
Qué ver
Sí, Andros es el archipiélago más grande de las Bahamas, pero quizás nunca hayas oído hablar de él porque son las islas menos frecuentadas del país. La razón, ciertamente, no reside en el hecho de que sean menos bonitos que otros, porque es precisamente su tamaño lo que representa un "problema": al ser particularmente grandes, no son precisamente cómodos para los movimientos que, en algunas circunstancias, pueden También se realizan en avión, incluso en la misma isla.
Y es una pena, porque realmente está lleno de maravillas que no son fáciles de encontrar en otros lugares. Un ejemplo de esto es el pueblo de bahías rojas que se encuentra en el extremo noroeste del norte de Andros. Es un lugar habitado por los descendientes de los indios seminolas y esclavos que escaparon de Florida en los siglos XVII y XVIII y que aún nos transmiten hábitos y costumbres de una época que ya no nos queda. ¿Sabes cómo se ganan la vida? Tejiendo la paja, una actividad que, de ser catapultada a nuestro continente, parecería estar a años luz de distancia.
Definitivamente es fascinante sonido de caracola, un agujero azul que es una maravilla geológica que deja sin aliento y que resulta ser el lugar óptimo para los amantes del snorkel. Ciertamente no es una excepción El farol de Morgan, cueva y refugio del temido pirata Morgan donde, según el folklore, hay un tesoro enterrado en la oscuridad, entre murciélagos y estalagmitas. Vale precisar, sin embargo, que los historiadores nunca han confirmado que esta cueva fuera el escondite del pirata más temible del Caribe.
En los alrededores se encuentran, entre otras cosas, maravillosas playas poco conocidas, esas joyas de la naturaleza que sólo los habitantes pueden señalar a los visitantes.
Otros extraordinarios agujeros azules surgen enisla de Cayo Mangrove y son muchos: una veintena, algunos escondidos en el monte y otros a un paso de la costa. Pero después de todo, justo aquí, en Andros, se encuentra la mayor concentración de estos increíbles sumideros marinos del mundo.
Andros es también territorio de encantadores parques nacionales como, por ejemplo, el Parques Nacionales de Andros Central, ubicado justo en Mangrove Cay. Además de los agujeros azules, aquí sobrevive un colorido arrecife de coral, el tercero más largo del mundo con 306 kilómetros, y numerosos bosques de manglares. Los amantes de los animales, sin embargo, podrán observar iguanas de las Bahamas, muchas especies de mariposas y algunas serpientes raras.
Cierra los ojos y piensa en el cielo, la imagen de aparecerá en tu mente. Playa del Congo, sin que lo sepas. Es una playa de colores plateados y bañada por un agua sorprendentemente turquesa.
Por último, no puedes perderte una parada en Reserva de reabastecimiento de cangrejo, un parque nacional que ocupa una superficie de 40.000 acres y es hogar de millones de cangrejos.
Curiosidades y leyendas
Andros es maravilloso, pero también lleno de curiosidades y leyendas. Los misterios, de hecho, no sólo están ligados al origen de su nombre o a la posible presencia de uno de los piratas más temidos de todos los tiempos. Muchas cuestiones sin resolver también están relacionadas con su descubrimiento: se dice que el primer hombre que exploró esta isla fue Amerigo Vespucci, pero en realidad aún no está claro si este hecho es fruto de la imaginación popular o no.
Además, esta parece ser una tierra habitada por criaturas extraordinarias, como polluelos, que pueblan los numerosos y bellos pinares de la zona. Mitad pájaros y mitad hombres, poseen poderes que les ayudarían a proteger esta isla del mal. No en vano, se les considera el amuleto de la suerte de todas las Bahamas.
Luego están los llamados lusca, criaturas que parecen dragones y que pasan su tiempo en los magníficos agujeros azules del océano. Pero ten cuidado porque, a diferencia de los Chickcharnees, los Lusca no son nada buenos: son monstruos capaces de succionar a sus víctimas hacia esa profunda guarida submarina.
Entre folklore y maravilla, Andros debe ser un destino para incluir en tu lista de deseos.