Hay lugares en el mundo que son tan bellos que no parecen reales. Lugares que por sus formas, colores y características parecen hacer referencia a todos aquellos escenarios que, hasta ahora, han pertenecido a la imaginación fantástica o onírica. Sin embargo, existen y por eso son aún más hermosos.
Entre estos, también encontramos uno real. jardín de maravillas Ubicado en uno de los países más fascinantes del mundo. Un parque verde y extraordinario, poblado de gigantescas esculturas, una mezcla de belleza y espiritualidad que invita a emprender un viaje ideal y casi místico destinado a cambiar nuestras vidas.
Para emprender este viaje debemos dirigirnos a Tailandia, y más concretamente a Nong Khai. Es aquí donde hay un parque de esculturas, poblado por budas gigantes y otras figuras vinculadas al budismo y al hinduismo. ¿Listo para ir?
Salón Keoku: Parque Buda
Nuestro viaje de hoy nos lleva lejos de los caminos más populares del turismo de masas, de las playas tropicales, los opulentos palacios y los suntuosos templos de Tailandia que siempre han atraído a viajeros de todo el mundo, y nos lleva directamente a Nong Khai, una zona que se desarrolla a lo largo del río Mekong y está a más de 600 kilómetros de Bangkok.
Aquí es exactamente donde existe. un lugar encantado, místico y surrealista, que pocos turistas conocen. Una vez llegues a Nong Khai, y más precisamente a la frontera con Laos, sólo tienes que preguntar a los lugareños sobre este lugar, ellos te ayudarán a llegar al parque gigante de Buda.
El parque de esculturas gigantes de Tailandia
Una vez que llegues aquí, quedarás abrumado y impactado por un espectáculo surrealista y majestuoso, el de un población de esculturas gigantes vinculado al budismo y al hinduismo.
Parque Sala Keoku, construida a finales de los años 70 del siglo pasado, nació de la visión de Luang Pu Bunleua Sulilat, un hombre místico y espiritual que optó por adquirir un terreno en la ciudad, un lugar dentro del cual materializar todas las enseñanzas recibidas a lo largo de la vida. . Así lo hizo, poblando este exuberante jardín con más de cien esculturas de hormigón que representan personajes y elementos relacionados con el budismo y el hinduismo.
Las esculturas son altas y majestuosas, algunas de ellas se elevan hacia el cielo alcanzando los 25 metros de altura. Una vez que llegues, debes confiar en tu corazón, mente y espíritu. No existen verdaderos puntos de referencia, sino que nos dejamos guiar por las sugerencias y sensaciones que provoca ese camino ideal que nace de la extraordinaria visión del creador de este jardín.
Son reconocibles muchas esculturas, como la del gran Buda, o aquellas que hacen referencia a deidades hindúes, como Shiva, Brahma y Visnú. Estos van acompañados de representaciones de animales como elefantes y serpientes, pero también hay otros personajes que rezan o se unen a las deidades.
No todas las figuras que pueblan el parque Sala Keoku son reconocibles o interpretables. Sin embargo, existe una conexión entre ellos, esto es evidente, que permite realizar un viaje ideal que no sólo es físico, sino que también y sobre todo pasa por el espíritu.