Hay viajes y viajes que, una vez en la vida, merecen hacerse: este es el caso decamino Inca, la caminata más famosa de toda Sudamérica, mide 43 km y sigue las huellas de los Incas, desde el Valle Sagrado hasta Perú.
Pero también hay rutas que, decididamente menos conocidas, se presentan como espléndidas alternativas a sus "hermanos" más famosos. En el caso del Camino Inca, la alternativa está representada por Cordillera Real. Que no se encuentra en Perú, sino en Bolivia, y es mucho menos turístico e inflado.
El punto de partida de la Cordillera Real –que toma su nombre de la cadena montañosa del mismo nombre, parte de los Andes– es la capital de Bolivia, La Paz. Después de una visita a la ciudad comenzamos senderismo real, y vas a descubrir lagos alpinos y ruinas antiguas, acampando en los Andes y luego descendiendo de nuevo al valle, antes de regresar a La Paz. Para realizar toda la ruta, incluida la visita a la ciudad, el momento adecuado a calcular es unos diez días: sólo así las etapas no serán demasiado agotadoras y podréis sumergiros sin prisas en la magia del lugar.
Partiendo de La Paz, en una hora se puede llegar a las ruinas de la ciudad de Tiahuanaco, en la costa sureste de Lago titicaca. Se piensa que este fue el principal centro religioso de la civilización del mismo nombre, una civilización precolombina que vivió en Bolivia, Chile y Perú en el año 600 a.C., y luego desapareció misteriosamente: según un estudio realizado por la UNESCO con el uso de drones especiales, Tiahuanaco tendría una superficie aproximadamente el doble de la conocida hoy y todo ello aumenta el aura de misterio que aquí reina.
Luego está la naturaleza, que es la auténtica protagonista de la Cordillera Real: a lo largo de la ruta de senderismo se pueden admirar las Lago Chiara-Khota y lago ajuaní y luego – continuando hacia el corazón de los Andes y acompañado de la espectacular vista de Huayna Potosí (un pico de montaña siempre cubierto de hielo, considerado uno de los más bellos del país) – el Laguna Jurikhota, la Laguna Chiarkhota, la laguna Livonosa. De hecho, son muchos los lagos que se suceden a lo largo de este increíble recorrido, que parece suspendido en el espacio y ofrece un respiro en el tiempo.
Las etapas a pie, por la Cordillera Real, son -de media- de Hora 5 un día. Hay lugares equipados para acampar y numerosos operadores turísticos que guían una ruta que de otro modo no sería muy sencilla. ¿El mejor momento para organizar el viaje? Entre mayo y octubre, cuando hay menos posibilidades de lluvia y el cielo está generalmente despejado. Pero hay que prepararse para el frío, que a gran altura puede ser muy duro, especialmente durante la noche.