Nuestro viaje por el mapa de América y el legendario continúa Panamericana, y después de haber recorrido 7.000 kilómetros desde Tierra del Fuego hasta Perú, ha llegado el momento de cruzar la última franja de Sudamérica para luego trasladarse a Centroamérica hasta llegar a Panamá. Esta ruta atraviesa 5 estados a lo largo de casi 4.000 kilómetros, adentrándose también en las estribaciones de la gran selva amazónica y los pantanos del Darién entre Colombia y Panamá.
Evidentemente, antes de viajar recuerda que es fundamental una excelente preparación física y un buen nivel de entrenamiento, así como un contacto directo y constante con todas las administraciones turísticas locales para poder viajar con seguridad.
Partimos de la capital del Perú, Lima después de pasar unos días explorando su centro histórico que alberga algunos de los museos más importantes de toda Sudamérica, como el Museo Nacional de Arqueología con su colección de arte precolombino, y de haber pasado una velada en los característicos barrios de Barranco y Miraflores. Para regresar a la Carretera Panamericana tendrás que tomar la Carretera Panamericana Norte que recorre todo el Perú hacia Ecuador.
Subiendo por la costa norte del Perú podrás detenerte a admirar los majestuosos sitios arqueológicos incas y chimú, como las ciudades de Sechín, Sipán, Cahuachi y Chan Chan, quizás menos conocidas que el famoso Machu Picchu pero igualmente interesantes y evocadoras. Continúe a lo largo de su mapa de América en dirección norte para encontrar la ciudad de Trujillo, un destino fascinante para hacer una breve parada y visitar la Piramidi de Moche, a pocos kilómetros del centro histórico.
La costa peruana en esta región está llena de balnearios y playas de gran belleza, por lo que vale la pena detenerse en el camino hacia el norte para darse un baño o simplemente admirar el amanecer junto al océano. Continuando el recorrido, que continúa bordeando la costa, llegamos a Chiclayo, una importante ciudad del norte del Perú, donde se puede visitar uno de los sitios arqueológicos más importantes de Sudamérica: el Museo de las Tumbas de Sipán, también llamados los Tutankamones de América por la riqueza de objetos funerarios encontrados.
La última etapa peruana del Panamericano es Aguas Verdes, un pintoresco pueblo costero en la frontera entre Perú y Ecuador donde puedes visitar las extraordinarias formaciones aluviales en el Santuario nacional Manglares de Tumbes.
Una vez en Ecuador la Carretera Panamericana sigue el trazado de la Ecuador Carretera 35, también llamada Troncal de la Sierra, que atraviesa numerosas zonas montañosas y que en algunos tramos no se encuentra en condiciones óptimas. La primera parada ecuatoriana de nuestro viaje es la ciudad de Cuenca, importante centro comercial y patrimonio de la UNESCO por la importancia de su patrimonio cultural, como lo demuestran sus grandes catedrales y el museo de culturas aborígenes.
Continuando hacia el norte se bordea el gran volcán del Chimborazo, cuya cumbre es el punto de la tierra más alejado del centro del planeta, para luego llegar a la capital del estado, quito, La primera ciudad junto con Cracovia en ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978 debido a su maravilloso centro histórico. Vale la pena darse unos días para visitar las maravillas que se encuentran en esta ciudad, como las majestuosas iglesias, el palacio presidencial y los importantes museos de arte y arqueología y no olvides que a sólo 25 kilómetros del centro de Quito se encuentra el Mitad del mundo, el monumento y museo dedicado al Ecuador, que pasa exactamente por encima de este punto.
Siguiendo más al norte por el mapa de América se llega primero a Tulcán, donde se puede hacer un último descanso en Ecuador antes de entrar. Colombia cruzando el Puente Rumichahca, para luego llegar a Pasto. El tramo colombiano de la Carretera Panamericana es uno de los más complejos de recorrer porque, a diferencia de los otros estados que te encontrarás cruzando, en esta región el recorrido sigue diferentes ramales de la autopista: la Carretera 25 de Pasto a Murillo y, posteriormente, la Carretera 72 a en Bogotá. Desde Bogotá tome la Carretera 54 hasta Medellín y luego continúe por la Carretera 62 hasta Turbo.
Los destinos más interesantes a lo largo de la ruta son la capital del estado, Bogotá, que en los últimos años ha sufrido un importante proceso de remodelación que le ha hecho recuperar el título de Atenea Sudamericana por la gran cantidad de instituciones culturales que alberga, como el Museo del Oro y la Fundación Botero, y Medellín, la ciudad de la primavera, también profundamente reconstruida después del período de la guerra contra los narcotraficantes y hoy alberga interesantes museos y un lugar ideal para pasear por los maravillosos parques públicos de la ciudad.
En Colombia, en la frontera norte del estado, el trazado trazado de la Carretera Panamericana se ve interrumpido cuando la Carretera 62 llega a Turbo, en la región de De nada donde existe una interminable zona pantanosa deshabitada. Aunque cruzar esta extensa zona, que conecta Colombia con Panamá, es posible a bordo de vehículos todo terreno o vehículos anfibios, se desaconseja enfáticamente debido a la presencia de contrabandistas y rebeldes que se esconden entre los pantanos brumosos. Ante la peligrosidad de este tramo de 100 kilómetros, la mejor y más segura opción es tomar un ferry en la localidad costera de Turbo y así evitar posibles problemas, llegando directamente a Yaviza en Panamá.
Desde Yaviza es posible retomar la ruta Panamericana ingresando a la Carretera 1 hasta la capital. Ciudad de Panamá, donde podrás visitar la hermosa ciudad antigua con los restos de las estructuras fundadas por la primera colonización española y dar un largo paseo por Las Bóvedas, el sugerente paseo marítimo que mira directamente al Pacífico. Llegado a este punto, es momento de darse unos días de descanso para descansar antes de abandonar Sudamérica, continuando siguiendo el mapa panamericano de América.