Los balnearios de Suiza Son muy reconocidas tanto por la calidad del agua como por los impresionantes paisajes que las enmarcan. Suiza es fácilmente accesible desde Italia y es el lugar ideal para disfrutar de un fin de semana de relax y naturaleza. Además, aquí las instalaciones de alojamiento están equipadas para cada necesidad y podrás divertirte a cualquier edad. Los balnearios ofrecen la posibilidad de aprovechar diversos tratamientos de belleza para regenerar el cuerpo, pero no faltan oportunidades para visitar las calles comerciales o participar en los numerosos eventos culturales de la zona.
Si quieres visitar el spa el más grande de todos los Alpes entonces hay que desplazarse hasta Leukerbad, en el cantón de Valais. Esta ciudad balneario cuenta con 65 resortes y cuatro millones de litros de agua cada día. En estas zonas todavía se respira la tradición del pasado y los pueblos de los alrededores son prueba de ello. Además del spa, los amantes del deporte podrán divertirse en el Sportarena, donde será posible probar diversas actividades. Alternativamente puedes experimentar en las pistas de la estación de esquí de Torrent. En verano es posible organizar excursiones para descubrir la gola del Dala, donde se originan los manantiales de aguas termales.
En el cantón de Argovia, no lejos de Zurich, se encuentran los spa de Baden, con el agua termal más rica en sales minerales de todo el Suiza. La temperatura del agua es muy alta, 47 grados, y esto la ha hecho famosa desde la época de los antiguos romanos. Con el tiempo, numerosos personajes ilustres han venido aquí para disfrutar de los beneficios del balneario, desde Goethe hasta Nietzsche y aún hoy el lugar es el destino favorito de muchos turistas. La ciudad ofrece diversas atracciones, como el Gran Casino, numerosos museos, colecciones de arte de valor internacional y diversos festivales culturales.
En el cantón de los Grisones el spa en Andeer donde es posible nadar incluso de noche, con una temperatura del agua de unos 34 grados. En los alrededores le esperan monasterios, iglesias y numerosos castillos, así como la belleza virgen del valle de Schams. No hay que perderse el Ferrocarril Rético, la línea ferroviaria reconocida como patrimonio mundial de la UNESCO, un modelo de ingeniería avanzada enclavada en las montañas. Sin embargo, si estás en familia, hay muchas experiencias y actividades en las que participar, desde itinerarios temáticos hasta iniciativas al aire libre.