La Murgia también es llamada laIrlanda del Sur por sus paisajes que recuerdan mucho a la isla verde.
Es una zona poco conocida, aún poco explotada desde el punto de vista turístico, pero que merece la pena visitar. Con su grandes praderas y las infinitas extensiones, estepas y pastos que ocupan casi 4 mil kilómetros cuadrados. Es un sur de Italia que no te esperas.
Sin embargo, el hecho de que no esté incluido en los circuitos turísticos clásicos lo ha preservado, al menos en parte, convirtiéndolo en una zona de nuestro país aún intacta e incontaminada.
Un área entre Puglia central y el Basilicata oriental, entre Bari y Matera, por así decirlo, que desde hace algunos años forma parte del Parque Nacional de Alta Murgia.
Hay quienes intentan crear nuevos itinerarios, basados en un tipo de turismo slow. Por aquí pasa la Via Peuceta, parte del Camino Materano, un itinerario de nueva creación diseñado por la asociación In Itinere, para recorrer a pie a través de lugares históricos, culturales y naturalistas que conducen a la ciudad de Sassi.
Una zona de pastores y agricultores, poco acostumbrados a encontrarse con turistas que hoy empiezan a apreciar la tranquilidad y el silencio, naturaleza y experiencias locales y genuinas. vienen a asistir trashumancia, recorrer los antiguos "caminos de ovejas", saborear las especialidades gastronómicas, respirar el aire de tiempos pasados.
Pero en esta zona se dan fenómenos típicos del karst friulano: dolinas, cuevas, entre ellas las famosas cuevas de Castellana, y gravines, erosiones kársticas, de paredes escarpadas y profundas. Aparte del nacimiento del Canal Real, en Murgia no existe ningún curso de agua superficial, mientras que existe una circulación de agua subterránea que desde siempre ha permitido la práctica agrícola.
Sin embargo, no faltan bellezas arquitectónicas de gran valor: en primer lugar el Castel del Monte, cuya planta octogonal original ha dado lugar a varias leyendas, incluida la del presunto escondite del tesoro del emperador Federico Barbarroja. En Gravina hay una espléndida catedral románica. Y muchos otros monumentos interesantes por toda la zona.
Poco a poco se van creando estructuras de hostelería y bed and breakfast, pero también es posible alojarse en granjas y casas particulares, comer con las familias que acogen a los visitantes y sentirse como en casa.
Debido al clima del sur, puedes venir aquí todo el año porque la temperatura nunca son muy rígidos. Quienes busquen entornos naturales intactos, sin tener que viajar hasta Irlanda, pueden venir directamente aquí.