Perú es uno de naciones de america del sur más fascinante y mágico, envuelto en las misteriosas nieblas que descienden de las cimas de los Andes recordando los tiempos del perdido imperio Inca. En esta guía descubriremos un itinerario espectacular siguiendo los antiguos caminos de los pueblos andinos para explorar las huellas de los Incas. Cuzco hasta el legendario Machu Picchu.
Los Inca Habitaron el valle del Cuzco durante casi 400 años, del siglo XII al XVI, desarrollando un gran imperio donde una increíble red de caminos conectaba las ciudades encaramadas en las cimas de la cordillera de los Andes, bajo el reinado absoluto de los Qhapaq, los soberano que se cree es la encarnación del dios Sol. El imperio Inca colapsó rápidamente bajo la presión de la conquista española de América del Sur durante el siglo XVI y aunque políticamente no quedan rastros de esta gran civilización, la cultura quechua sigue viva en el descendientes que han vivido en los Andes durante siglos.
El viaje comienza desde Cuzco, la antigua capital del Imperio Inca y desde 1536, centro de la administración española, una de las ciudades más visitadas por el turismo en Sudamérica, donde se puede apreciar una extraordinaria mezcla entre la arquitectura precolombina y colonial. La Plaza de Armas es el corazón de la ciudad antigua y desde aquí puedes explorar la parte más antigua y evocadora caminando por las sinuosas callejuelas flanqueadas por las increíbles estructuras incas, con los grandes bloques de piedra alineados al milímetro uno sobre el otro.
Entre los destinos imperdibles en Cusco se encuentran sin duda el Museo Inca, que conserva los mejores tesoros y restos arqueológicos de la nación, la espectacular Catedral, triunfo del arte renacentista y barroco, y los restos de la poderosa fortaleza inca de Sacsayhuamán donde cada año se renueva el ritual del Inti Raimi el día del solsticio de verano.
Desde Cuzco comienza el Camino de los Incas, uno de los caminos más espectaculares de todos los pueblos de América del Sur, que en un maravilloso entorno montañoso, entre las cumbres de los Andes, conduce a Machu Picchu. La primera etapa de la ruta es la llamada Valle Sagrado, el corazón del Imperio Inca, el lugar más sagrado e importante de toda la región andina controlado en el momento de máximo esplendor de esta civilización.
En el valle puedes parar para un breve descanso. Urubamba, un interesante pueblo a orillas del río del mismo nombre, donde se puede visitar el sitio arqueológico de Quispiguanca, una de las residencias reales que alguna vez salpicaron toda la zona. Urubamba suele ser ignorado por los viajeros que se dirigen a Machu Picchu pero entre sus calles se respira una de las atmósferas más auténticas, donde conocer a los descendientes directos de los incas, el pueblo quechua.
La siguiente parada en este viaje de las naciones de américa del sur es el centro de Ollantaytambo, que en lengua quechua significa “la posada de Ollantay”, una de las últimas fortalezas donde los sobrevivientes del saqueo del Cuzco se reorganizaron para resistir a los españoles que rápidamente conquistaban los territorios del Imperio. Hoy en día lo único que queda son las antiguas terrazas y los restos del templo del sol, que alguna vez fue uno de los principales lugares de culto de la región, con el gran granero donde se almacenaban las cosechas para afrontar el invierno.
Desde Ollantaytambo comienza el verdadero viaje por el sendero. Camino de los Incas y desde la ciudad es muy fácil encontrar un guía local que pueda acompañar a los viajeros hasta su destino. La ruta no requiere especiales habilidades de escalada y una preparación física básica es suficiente para poder afrontarla, aunque no debe tomarse a la ligera, ya que la gran altitud de toda la zona puede cansarte rápidamente si aún no estás aclimatado.
Continuando el camino se encuentran algunos sitios arqueológicos interesantes que dan testimonio de la presencia generalizada de asentamientos incas en la zona: Llactapata, Huayllabamba y Yuncachimpa. En estas localidades, además de haber fortalezas y construcciones incas muy sugerentes, es posible acampar para reponer fuerzas, comer algo y conocer a otros viajeros que están abordando el camino Inca.
El camino continúa subiendo hasta el collado. Warmiwanusca, el punto más alto de todo el recorrido con sus 4.200 metros de altitud, desde donde se puede disfrutar, cuando no hay niebla, de una magnífica vista de todo el valle circundante.
El camino continúa hasta las ruinas de Sayamarca, “la ciudad inaccesible”, uno de los centros urbanos incas más antiguos de todo el Perú, donde podrás admirar las estructuras construidas con increíble maestría arquitectónica que se posan sobre un afloramiento rocoso a más de 3800 metros.
El próximo destino es winaywayna, un pequeño centro donde encontrar refrigerio en una pequeña posada que ofrece refugio a los viajeros del camino Inca, cerca de otro impresionante sitio arqueológico inca donde terrazas de cultivo forman la columna vertebral del centro urbano. Desde este lugar comienza el último y arduo tramo del camino que llega primero a Inti Punku, la Puerta del Sol, y conduce al centro de Machu Picchu.
Machu Picchu es quizás el sitio inca más famoso de las naciones sudamericanas, si no del mundo interno, que se ha convertido en el símbolo del propio Perú, con sus estructuras únicas y la atmósfera mágica y misteriosa que lo ha envuelto desde su redescubrimiento en 1911. Las terrazas y las estructuras perfectamente conservadas de Machu Picchu siguen siendo un misterio para los estudiosos que aún hoy se preguntan sobre los orígenes y la historia de esta increíble ciudad fortaleza en el corazón de los Andes.
Una vez que llegues a Machu Picchu quedarás encantado con su belleza y la incomparable vista que podrás disfrutar sobre el valle de Urubamba, pero para no perderte lo mejor del sitio debes organizar bien tu vista entre el Templo del Sol, el área de Tres Portadas y la majestuosa pirámide del Intihuatana.