Inmerso en un parque natural, rodeado por las aguas cristalinas del mar Jónico, Ksamili es el destino costero más paradisíaco que existe en Albania, a seis millas de Grecia (Ksamil de hecho significa "seis millas").
Se trata del Parque Nacional de Butrint, un área protegida en el extremo sur del país, a menos de 20 kilómetros del conocido destino costero de Saranda, también llamada la Riviera Albanesa.
Por si la belleza de este lugar no fuera suficiente, Ksamil también forma parte de un pequeño archipiélago formado por islas que, cuando las miras, parecen un paraíso en la Tierra.
Cuatro islotes rocosos, deshabitada, cubierta por una densa vegetación mediterránea, con una fina franja de arena muy blanca que desemboca en el agua turquesa. Justo frente a la costa, solo se puede llegar a ellos en barco. En total no cubren una superficie de 10 hectáreas. Otras dos islas están conectadas al continente por una fina franja de arena, un poco como esas imágenes que ves de Maldivas o el Caribe.
Pero el espectáculo más fascinante es el que se puede admirar en el mar: las aguas frescas y transparentes, de hecho, están habitadas por numerosos delfines.
Esta joya escondida todavía es poco conocida y frecuentada por turistas extranjeros (los albaneses la conocen muy bien), pero dentro de unos años seguramente conquistará, dado el éxito que ha tenido laAlbania en los últimos años. Después de décadas en las que Europa ya no tiene un destino tan popular (el último fue Grecia en los años 90), estamos asistiendo a un verdadero boom turístico.
Afortunadamente, en esta zona no hay grandes hoteles ni cadenas hoteleras internacionales (todavía), sino sólo pequeños establecimientos familiares, algunos de ellos bastante baratos. Por supuesto, los meses de verano son los más caros, pero el clima aquí es excelente durante todo el año y los que puedan deberían venir fuera de temporada.
Para llegar al archipiélago de Ksamil, la forma más rápida es volar a Corfú, que está a sólo unas pocas millas náuticas de distancia, y luego tomar el ferry a Saranda. Como es imprescindible disponer de coche (propio o alquilado) en Albania, puedes coger el ferry desde Trieste, Ancona o Brindisi hasta el puerto de Durres y luego seguir la carretera que bordea la costa. Uno de los tramos de carretera se encuentra entre los más bellos de Europa y merece la pena recorrerlo.