Albania estĂĄ plagada de bĂșnkeres y, entre historia y brillante locura, ofrece a turistas de todo el mundo la posibilidad de pasar unas vacaciones Ășnicas.
La Guerra FrĂa tuvo enormes consecuencias en el mundoAlbania, que hoy cuenta con bunkers por todas partes. Tantos como para generar debates sobre el nĂșmero real. Baste decir que se fabricaron varios cientos de miles entre los años 60 y 80. El temor a una invasiĂłn que nunca se produjo empujĂł al gobierno de Enver Hoxha para aprovechar el patriotismo de la poblaciĂłn nacional. En caso de ataque, cada uno habrĂa hecho su parte, defendiendo su patria como una autĂ©ntica milicia. A la señal acordada comenzarĂa el vuelo hacia i. bĂșnker, dĂłnde refugiarse y responder al fuego.
Las bases para una pelĂcula bĂ©lica Ă©pica estĂĄn todas ahĂ pero, afortunadamente, ninguna de esas personas tuvo que poner en riesgo su vida o la de sus seres queridos. Los bĂșnkeres, sin embargo, estaban ahĂ y aĂșn hoy resisten, formando ahora parte del panorama de Albania, que con el tiempo ha decidido darles una nueva vida. Una vez mĂĄs, los ciudadanos de a pie son los protagonistas, armados sĂłlo con el amor a su tierra.
Es muy fĂĄcil encontrarse admirando bĂșnkeres reformados, salvados del estado de absoluta decadencia en el que se encontraban, transformados en algo nuevo, que puede sacar sonrisas y ya no inspirar miedo. PizzerĂas, bares, salones de tatuajes e incluso albergues acuden en masa. Del terror de la guerra a las miradas embelesadas de los turistas, favorecidas por proyectos como Cama y bĂșnker. Un plan ambicioso, nacido de la colaboraciĂłn de la Universidad Polis y FH-Mainz en Alemania. Una forma de generar soluciones verdaderamente Ășnicas, garantizando a turistas de todo el mundo una experiencia para incluir con razĂłn entre esos recuerdos inolvidables.
La creatividad siempre marca la diferencia, en cualquier ĂĄmbito. Gracias a ello, de hecho, un conjunto de bĂșnkeres decadentes, que conservan dolorosos recuerdos de un paĂs aterrorizado y empobrecido, se erigen como sĂmbolo de un pueblo dispuesto a empezar de nuevo, a reinventarse. Las posibilidades de estas estructuras son infinitas y en la web es posible optar por la ubicaciĂłn que mejor se adapte a tus gustos. En una mezcla de historia, naturaleza y sana locura, volverĂĄs a casa con el alma un poco mĂĄs rica.